miércoles, 27 de mayo de 2009

Una vida restaurada.


En el mes de septiembre del año 2008, visite a una señorita de 22 años, estaba pasando por momentos muy malos, su relación con su madre se hacía cada vez mas insostenible, ella necesitaba ayuda urgente, no podía conciliar el sueño, y había entrado en una depresión progresiva que anulaba su autocontrol, esto provocó una alteración significativa de su temperamento, descargando contra su madre, ira, rencor, e indiferencia. la muchacha clamaba por ayuda, ella no quería estar en esa situación, al ministrarla la note muy tensa y la invité a orar a Dios. le dije vamos a elevar una oración a Dios y le vamos a pedir a su Santo Espíritu que nos muestre cual es el problema que te esta dañando y El mismo te pueda sanar.
comenzamos a ver sus vivencias desde su niñez, pronto el Espíritu Santo comenzó a revelar los detalles :
Las continuas comparaciones que su madre y su padre hacían entre ella y su hermana mayor fueron el detonante de un rencor acumulativo, en contra de sus padres. La mayor siempre era la mas linda, la mas inteligente, todo giraba en torno a ella, la ropa nueva era para la hermana mayor y la ropa usada de su hermana la heredaba ella.
el Espíritu Santo reveló que espíritus invasores, ¡ por supuesto malos! se habían introducido en ella y eran los causantes de sus aflicciones y temores.
En su vida estaban operando, varios de ellos, espíritu de rechazo, de autorechazo, de envidia, de rencor, de odio.... Ese día la muchacha fue ministrada con sanidad interior y entregó su vida al Señor Jesucristo, y fue liberada de todos esos espíritus malos.
La convivencia con su madre cambió en forma radical y la armonía volvió a su hogar, y la depresión desapareció. También experimentó el dulce placer de perdonar, ya que el poder de Dios todo lo puede.

No hay comentarios:

Publicar un comentario