viernes, 27 de enero de 2012

Vida para el espíritu.


El problema espiritual esta ligado intimamente al pecado, no se puede separar una cosa de la otra, es el pecado en definitiva el que aniquilará progresivamente al espíritu humano, y cuando hablamos de salud espiritual hablamos de eso.
Cada vez que pecamos lo hacemos para satisfacer deseos del alma, y del cuerpo, el cuerpo tiene algunos elementos que son los instintos básicos del ser humano, ellos son alimentación, supervivencia, y reproducción. Y para satisfacer estos instintos, caemos en lo que se llama pecado, ejemplo el instinto de reproducción que tiene que ver con la parte sexual si es usado sin restricción entonces lo más seguro que se producira una alteración, y se degenerará el propósito con el que Dios dotó al hombre y la mujer para que reproducieran, eso traerá como consecuencia, pasiones desordenadas.
Dios creó el matrimonio para la reproducción y para canalizar la pasión humana en una relación íntima entre el hombre y la mujer que sienten amor el uno por el otro, toda relación de este tipo que se haga fuera del matrimonio es pecado.
La Biblia registra una historia en el evangelio según san Lucas 7:36-50, uno de los fariseos uno de los sacerdotes más connotados de la ciudad le rogó al Señor Jesús que fuera a comer a su casa, Jesús aceptó, el protocolo de la visita era que el anfitrión le recibiera en la puerta junto a un hombre de servicio que tendría en sus manos, un lavatorio con agua y una toalla, para lavar los pies del visitante, era la forma de honrar de aquel tiempo, además debía honrarle besandole en la cara y derramando aceite perfumado sobre su cabeza.
Cuando Jesús llegó a casa de Simón el sacerdote fariseo, toda la comunidad se alertó y se corrió la voz entre la gente del pueblo, era el segundo año del ministerio del Señor y su fama estaba en todo su apogeo, ¡claro poque Jesús sanaba gente y hacia grandes milagros en favor de los enfermos!, de los lunáticos, de los endemoniados, de los que tenían cualquier tipo de dolencias, todo el pueblo corrió a la casa de Simón fariseo para ver a Jesús, Simón habia desestimado varias cosas entre ellas el protocolo, puso a Jesús de espaldas a la puerta de entrada, cuando debió situarlo frente a ella para que los curiosos lo vieran.
Una mujer de la ciudad que era prostituta, escucho que Jesús estaba en ese lugar e inmediatamente fue a la dirección donde se encontraba el Señor, se abrió paso entre la gente y entró en casa de simón el fariseo, no debió hacerlo porque no estaba invitada, llegó por la espalda del Señor y humillandose al maximo se postró delante de sus pies, y comenzó a llorar profusamente arrepentida de sus pecados, con su cabello secó los pies del Señor mientras le besaba us pies.
El religioso se molesto de que esa clase de mujer entrará en su casa y discrimino a Jesús en su pensamiento dijo si este fuera profeta no hubiese dejado que esa prostituta lo tocará.
Pero Jesús leyó el pensamiento de él y le dijo; simón esta mujer hizo todo lo que tu no hiciste conmigo, y le dijo había dos deudores uno que debia 50 denarios, y el otro 500 denarios, pero ninguno de los dos podía pagar, así que el acreedor perdono a los dos, ¿Cual crees tu que le amará más? Simón contestó, al que se perdonó más, Jesús le dijo bien has contestado.:Eso hizo esta mujer por tanto todos sus pecados le son perdonados.
Esta mujer estaba espiritualmente muerte pero su arrepentimiento la llevó a buscar a Cristo para que el la perdonará, nadie había en la tierra que la pudiese ayudar, ni siquiera el sacerdote religioso que en lugar de intentar ayudar la condenó en su pensamiento y la discriminó.
Pero la mujer fue al lugar correcto y en busca de la persona correcta correcta, en un par de minutos quedo con su alma limpia y con su espíritu renovado, su espíritu quedo rebosando de salud, porque el único que nos puede restaurar espiritualmente es Jesucristo el Señor.
Es importante notar que a Jesús no le importó la cantidad de pecados ni la calidad de ellos, era una mujer condenada al infierno, pero Jesús le cambio el destino y la dejo apta para ir al cielo.
Por supuesto que esa mujer no iba a volver a caer en lo mismo de antes, pues, el encuentro con Jesús la cambio radicalmente para siempre.
El religioso no se encontro pecador delante del Señor, porque había orgullo en él, pero era tan pecador como la prostituta, la diferencia radica en que su salud espiritual continuo en agonía mientras que la mujer que fue perdonada volvio a la vida.
No importa lo que tu has cometido, no importa de que forma has llevado tu vida, si ha sido licenciosa, llena de faltas, llena de pecados y crees que nadie te puede ayudar, recuerda que Jesucristo vino a la tierra a salvar a los pecadores, y él está esperando por ti, para que acudas a sus pies y te arrepientas delante de él, te aseguro con todas mis fuerzas que saldrás como nuevo (a)
y tu salud espiritual sera maravillosa.