En artículos anteriores hablando del espíritu humano, mostré tres partes principales de él, la intuición, la comunión y la conciencia.
Cada uno cumple una función especifica en el ser humano, no puedo dejar de mencionar nuevamente que el espíritu humano fue puesto al interior del hombre por Dios, para relacionarse con él, Dios es espíritu y su relación con otro ser debe ser de Espíritu a espíritu, es el canal que el creador usa para comunicarle al hombre su voluntad, de manera tal que todo lo que contiene el espíritu es divino.
La intuición es el órgano que funciona recibiendo revelación divina y su responsabilidad es capacitar al alma para que entienda lo que le ha sido revelado.
La comunión es el órgano responsable de la comunicación fluida con Dios.
La Conciencia el tema que voy a comenzar a tratar, es un tanto más compleja, es el órgano que puso Dios dentro de nuestro espíritu para controlar la conducta del alma, por lo tanto esta encargada de hacernos saber que hemos hecho mal, todo lo que hacemos y que no agrada a Dios es aquello donde va a actuar la conciencia para decirnos que nos hemos equivocado.
Quiero hacer notar algo muy especial, esta "conciencia" no solo ha sido puesto en algunas personas, sino que en todas las personas, pues todas las personas que han existido, que existen y existiran tienen espíritu, y allí dentro de cada uno de ellos esta este "fiscal" llamado conciencia, el cual dependiendo de la falta nos amonestara, después de cada gran pecado se encenderá en lo más profundo de nuestro ser para hacernos notar aquello en que hemos transgredido, para regañarnos por tal acción, y no va a parar nunca, vivirá acusándonos continuamente, Dios la diseño de esa forma, molestosa, atormentadora, cada ves que pueda nos pondrá entre la espada y la pared, señalándonos que hay que corregir la mala acción.
La " Conciencia" está diseñada de tal manera, que no transa, no se vende, no se deja sobornar, es posible que entre en una etapa de sopor, pero eso, solo será por un tiempo, porque de cuando en cuando, vendrá a atormentar tu alma por lo que cometiste, cuando creas que has superado el problema, que has vencido a tu conciencia, sera allí cuando ella te recordara tu pecado, y aunque la ignores y digas no haré más caso de ti, estará como una sombra detrás de tus pensamientos.
La conciencia también se fatiga, y la salud del espíritu en gran parte depende de ella, un espíritu vivirá enfermo mientras la conciencia tenga algo que condenar, los pecados del alma, mantienen a este fiscal activo.
Muchas personas al no poder acallar su conciencia caen en profundas depresiones, algunos han llegado a quitarse la vida por esta causa.
Es muy importante que sepas esto, este fiscal no te dejara en paz hasta que tengas un encuentro con el juez, ¿Sabes quién es el juez?, te lo diré sin rodeos, el juez es el Señor Jesucristo, la Biblia dice en san Juan 5:22 que l Padre (Dios) le dio, todo el juicio al hijo (Dios), en muchas otra partes menciona que el juez es el Señor Jesucristo, a él nada se le puede esconder, por entre sus atributos esta el de escudriñar la mente y el corazón de la personas, este juez del cual estamos hablando tiene muchos otros atributos y uno de ellos es la misericordia, esta misericordia es la fuente del perdón.
La recomendación es procurar ponerse delante del juez, y arrepentirse de todo corazón por sus pecados, no tengas miedo de hacerlo, el salmo 51:17 dice: los sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado, a un corazón contrito y humillado no despreciaras tu oh Dios, este salmo lo escribió el rey David después de acercarse humillado a Dios para pedirle le perdone un pecado que había cometido, y que lo estaba consumiendo, porque su conciencia le estaba reprochando su acción.
No se puede pretender tener salud espiritual, cuando el alma ha pecado, las acciones del alma arruinan al espíritu, y este puede decaer y deteriorar se hasta lo sumo.
Para recuperar la salud espiritual, debes acudir al juez en busca de perdón, y ofrecer al juez tu vida, y tu fidelidad, cuando eso ocurre "la conciencia", tu "conciencia" comenzara a respirar en paz, el problema del cual se te acusaba será erradicado por completo y tu conciencia tendrá paz, con ella misma y con tu alma.
