En el artículo “el espíritu humano II” vimos algunas propiedades del espíritu a).-inteligencia, b).-lugar donde reside, c).-la propiedad de tomar para sí el porte y la apariencia del cuerpo humano que lo posee, d).- y la identidad del alma humana.
Si se desligara el espíritu humano momentáneamente del alma y del cuerpo y se pudiera ver, le veríamos con la figura de la persona a la cual pertenece y reconoceríamos también en él su personalidad.
Sin embargo hay un tremendo enigma en la capacidad de espacio que tiene el espíritu dentro del cuerpo para desenvolverse, se sabe que está en la parte más profunda del ser, un sector altamente vinculado a la región espiritual, donde Dios puede contactarse, manifestarse, revelarse y comunicarse con su creación, para eso fue dado el espíritu, ese fue el propósito.
Adán y Eva los primeros padres de la humanidad gozaron el privilegio de tener contacto con Dios su creador, se reunían con Él en el huerto del edén, y Dios fue su mentor por mucho tiempo, hasta que puso a prueba la lealtad del hombre, génesis 2:17, al mandarle no comer del árbol de la ciencia del bien y del mal, advirtiendo a ellos que si comían de aquel árbol morirían. La primera muerte que experimentaron fue la de su espíritu, después experimentarían la separación del alma y el cuerpo dando paso a la muerte física y a la degradación total de su cuerpo.
Lo que hirió de muerte al espíritu humano fue el pecado contra Dios, el no hacer caso de su mandamiento produjo una herida tan profunda que alcanzó al espíritu y lo aniquiló.
Así la raza humana recibió como herencia el pecado, y el espíritu de cada persona alcanzará a vivir lo suficiente hasta que la acumulación de delitos y pecados lo alcance debilitándolo hasta la aniquilación total.
Es posible que usted se este preguntando ¿puede el hombre vivir solo con alma y cuerpo? la respuesta debe ser; sí, puede.
En el nuevo testamento el apóstol Pablo escribe a los cristianos de la localidad de Éfeso, personas que han experimentado el nuevo nacimiento (el nacimiento espiritual), hablándoles de la siguiente forma: Efesios 2:1 dice “y Él os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados”, claramente se esta refiriendo a la muerte del espíritu de los humanos no regenerados, el resultado de esto es la degradación del alma que esta sumida en injusticia e inmoralidad.
De manera tal que en esas condiciones es imposible buscar a Dios para comunicarse con El, el problema aquí está en el espíritu, que es el “vehículo” que Dios nos proporcionó para entrar a su presencia, para acceder a la dimensión espiritual, ya que en condición de muerte ¡no se puede usar, porque está incapacitado! Sin actividad, la vida del espíritu fue cortada, el espacio que el espíritu humano ocupaba está desierto, entonces está apto para ser invadido por otros espíritus ajenos a la persona y que en definitiva son espíritus enemigos de Dios, los cuales pueden tomar posesión de ese lugar, y también apoderarse por la fuerza de los órganos del alma, invadiendo en algunos casos:
a) la mente, causando trastornos.
b) la fuente de las emociones, desde donde se experimentará odio, rencor, envidia, y muchas otros sentimientos afines.
c) la voluntad, la cual pierde su libertad y queda sometida a los espíritus invasores.
Contaminadas las dos partes invisibles de nuestro ser, alma y espíritu, también puede ser contaminado nuestro cuerpo, con una infinidad de enfermedades, causadas por los espíritus invasores.
Nota: es necesario que haga este comentario; en los artículos escritos y los que escribiré a futuro, usaré los términos invasores y contaminarse.
1.- “Invasores”, para designar la entrada de un o varios espíritus sin el consentimiento de la persona, ejemplo; un espíritu de “odio” que entra en una persona que ha sido sometida a tortura.
2.-“Contaminarse”, para designar la entrada de un o varios espíritus con el consentimiento de la persona, que aunque ignorante de esto participa voluntariamente de una sesión de espiritismo, o se presta para que le lean el Tarot y cualquier ciencia del ocultismo, como magia negra, blanca, etc. Y además se puede contaminar por medio de deseos inmorales contrario a los mandamientos de Dios.
Si se desligara el espíritu humano momentáneamente del alma y del cuerpo y se pudiera ver, le veríamos con la figura de la persona a la cual pertenece y reconoceríamos también en él su personalidad.
Sin embargo hay un tremendo enigma en la capacidad de espacio que tiene el espíritu dentro del cuerpo para desenvolverse, se sabe que está en la parte más profunda del ser, un sector altamente vinculado a la región espiritual, donde Dios puede contactarse, manifestarse, revelarse y comunicarse con su creación, para eso fue dado el espíritu, ese fue el propósito.
Adán y Eva los primeros padres de la humanidad gozaron el privilegio de tener contacto con Dios su creador, se reunían con Él en el huerto del edén, y Dios fue su mentor por mucho tiempo, hasta que puso a prueba la lealtad del hombre, génesis 2:17, al mandarle no comer del árbol de la ciencia del bien y del mal, advirtiendo a ellos que si comían de aquel árbol morirían. La primera muerte que experimentaron fue la de su espíritu, después experimentarían la separación del alma y el cuerpo dando paso a la muerte física y a la degradación total de su cuerpo.
Lo que hirió de muerte al espíritu humano fue el pecado contra Dios, el no hacer caso de su mandamiento produjo una herida tan profunda que alcanzó al espíritu y lo aniquiló.
Así la raza humana recibió como herencia el pecado, y el espíritu de cada persona alcanzará a vivir lo suficiente hasta que la acumulación de delitos y pecados lo alcance debilitándolo hasta la aniquilación total.
Es posible que usted se este preguntando ¿puede el hombre vivir solo con alma y cuerpo? la respuesta debe ser; sí, puede.
En el nuevo testamento el apóstol Pablo escribe a los cristianos de la localidad de Éfeso, personas que han experimentado el nuevo nacimiento (el nacimiento espiritual), hablándoles de la siguiente forma: Efesios 2:1 dice “y Él os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados”, claramente se esta refiriendo a la muerte del espíritu de los humanos no regenerados, el resultado de esto es la degradación del alma que esta sumida en injusticia e inmoralidad.
De manera tal que en esas condiciones es imposible buscar a Dios para comunicarse con El, el problema aquí está en el espíritu, que es el “vehículo” que Dios nos proporcionó para entrar a su presencia, para acceder a la dimensión espiritual, ya que en condición de muerte ¡no se puede usar, porque está incapacitado! Sin actividad, la vida del espíritu fue cortada, el espacio que el espíritu humano ocupaba está desierto, entonces está apto para ser invadido por otros espíritus ajenos a la persona y que en definitiva son espíritus enemigos de Dios, los cuales pueden tomar posesión de ese lugar, y también apoderarse por la fuerza de los órganos del alma, invadiendo en algunos casos:
a) la mente, causando trastornos.
b) la fuente de las emociones, desde donde se experimentará odio, rencor, envidia, y muchas otros sentimientos afines.
c) la voluntad, la cual pierde su libertad y queda sometida a los espíritus invasores.
Contaminadas las dos partes invisibles de nuestro ser, alma y espíritu, también puede ser contaminado nuestro cuerpo, con una infinidad de enfermedades, causadas por los espíritus invasores.
Nota: es necesario que haga este comentario; en los artículos escritos y los que escribiré a futuro, usaré los términos invasores y contaminarse.
1.- “Invasores”, para designar la entrada de un o varios espíritus sin el consentimiento de la persona, ejemplo; un espíritu de “odio” que entra en una persona que ha sido sometida a tortura.
2.-“Contaminarse”, para designar la entrada de un o varios espíritus con el consentimiento de la persona, que aunque ignorante de esto participa voluntariamente de una sesión de espiritismo, o se presta para que le lean el Tarot y cualquier ciencia del ocultismo, como magia negra, blanca, etc. Y además se puede contaminar por medio de deseos inmorales contrario a los mandamientos de Dios.